Hay artistas que se tiran al público. Otros que desaparecen tras una cortina de humo. Pero Olivia Rodrigo decidió innovar y desaparecer directamente por una trampilla del escenario. Sin aviso. Sin red. Como quien dice “me cansé, chau”.
Todo ocurrió el 13 de octubre de 2024, durante su concierto en Melbourne como parte de la gira Guts World Tour. Hasta ese momento, todo iba como una balada bien afinada: público entregado, escenografía perfecta, y Olivia derrochando carisma como si lo vendiera en camisetas. Pero entonces, justo cuando el beat de «Love Is Embarrassing» estaba en su punto más alto, la trampilla del escenario decidió que era su momento de brillar. Y lo hizo… tragándose a Olivia.
Así, sin efectos especiales ni edición, la cantante se fue para abajo como si el escenario fuera una pista de Mario Kart. En redes sociales, el video del momento se volvió viral en minutos. Y no es para menos: pocas veces se ve a una estrella del pop desaparecer tan literalmente a mitad de una coreografía.
¿El resultado? Un grito breve, una caída no tan aparatosa como sorprendente, y una reaparición que ya quisieran muchos magos. Olivia volvió a escena riéndose de sí misma, sacudiéndose el susto como quien se tropieza con la alfombra de su casa y se hace el disimulado.
“Estoy bien”, dijo más tarde. Y lo estaba. Físicamente intacta, emocionalmente blindada por el aplauso inmediato del público. Porque cuando tienes gracia natural, ni una caída te quita el brillo: te lo multiplica.
Así que, entre aciertos y desaciertos a la hora de un show, definitivamente este desacierto acertado hizo que Olivia se disparara de popularidad en redes sociales, ¡campaña viral gratuita!… con un toque de humor y simpatía.
Amanda Peñaranda